13 de octubre de 2008

Cibeles


Es frecuente que la fama es de quien va montado en el carro cuando los grandes protagonistas de la historia son los que tiran de él.


Así la gran historia de amor es la de los convertidos en leones.

Hipómenes se enamoró de Atalanta, andrófoba e invencible en carrera. Si le ganabas la carrera a ella con ella te acostabas, si perdías, ella te mataba. Él pidió consejo a otra mujer. A Venus. Venus le dio las tres manzanas de oro para entretenerla. Ella también se enamoró de él y seguramente él no hubiera necesitado la fruta divina.