27 de octubre de 2008

Mariano Benlliure. Monumento funerario a Sagasta

En el otro extremo de la tumba, emplazó el escultor a esta bella, buena e inteligente mujer, pensando quizás el artista que sería una buena compañía para el más allá.

Obsérvese que algún bárbaro le ha amputado el dedo gordo del pie izquierdo.

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