28 de octubre de 2008

General Martínez Campos. M. Benlliure


No es un monumento ecuestre al uso. El caballo no se levanta sobre las patas traseras. Ni siquiera anda braceando con la cabeza alta y erguida. Y el militar que se pretende honrar, no saca pecho, ni muestra el arma en la mano .... Todo lo contrario. El caballo está con la cabeza baja, moviéndola para quitarse las moscas y con las crines despeinadas y sudadas. Y el general digno, pero con mucho cansancio. Más de alma que de cuerpo.

Etiquetas: